¿Se Pueden Comer los Quesos con Moho? La Guía Completa

No todo moho es malo. Algunos quesos se elaboran con moho comestible y forman parte de la alta tradición quesera. Pero hay otros que indican contaminación y riesgo. Aquí te contamos cuándo es seguro comer un queso con moho... y cuándo no.
¿Es bueno o malo el moho del queso?
No todo moho es señal de peligro. Algunos son responsables de los quesos más exquisitos del mundo. Saber diferenciarlos es clave para disfrutar sin riesgos.

Moho bueno: fermentos comestibles
Presente en quesos como el Roquefort, Camembert o Valdeón, este moho aparece de forma controlada y es clave en la maduración de quesos azules o de corteza enmohecida.
Hongos como Penicillium roqueforti o Penicillium camemberti aportan complejidad aromática, textura cremosa y matices que no se logran de otro modo. Lejos de ser un defecto, son su identidad.

Moho malo: signo de deterioro
Cuando el moho aparece sin ser parte del proceso natural, especialmente en quesos blandos, frescos o mal conservados, hablamos de contaminación microbiana.
Su aspecto suele ser peludo, irregular y de tonos verdosos, grises o incluso negros. Puede generar micotoxinas y otras sustancias nocivas.
En estos casos, no basta con retirar la capa externa: lo más seguro es desechar todo el queso.
Quesos con moho que son seguros (y deliciosos)
Moho interno: quesos azules
- Roquefort: francés, de sabor intenso. El moho azul aporta un toque picante y cremoso.
- Cabrales: de Asturias, elaborado con mezcla de leches. Su moho se desarrolla en cuevas naturales.
- Valdeón: suave pero sabroso, de León. Una opción equilibrada dentro de los quesos azules.
- Gorgonzola: italiano, con versión dulce o picante. El moho azul se dispersa internamente.
Moho externo: corteza florida
- Camembert: corteza blanca comestible, textura suave y sabor láctico característico.
- Brie: más grande que el Camembert, con notas mantecosas y afrutadas.
- Coulommiers: pequeño, cremoso, con moho blanco superficial. Similar al Brie.
- Otros: como Chaource o Neufchâtel, todos con corteza blanca y fermentación controlada.
¿Cuándo NO se debe comer un queso con moho?
Moho en quesos frescos: una señal clara de peligro
Si aparece moho en quesos como el queso fresco, requesón, ricotta o crema, debe desecharse por completo.
Estos productos no están pensados para resistir la acción de hongos, por lo que cualquier presencia fúngica implica contaminación interna.
Señales claras de contaminación
Presta atención a signos como olor agrio o químico, pelusa visible, manchas verdosas, grises o negras y cambios en la textura.
Si se presenta alguno, no intentes salvar el queso. Es mejor evitar riesgos.
Riesgos reales para la salud
Algunos mohos producen micotoxinas, sustancias tóxicas que pueden afectar órganos como el hígado o el sistema nervioso.
También puede desarrollarse listeria, una bacteria peligrosa especialmente para embarazadas y personas inmunodeprimidas.
¿Y si solo tiene un poco de moho?
En quesos curados, puedes cortar mínimo 2-3 cm alrededor del moho sin tocarlo directamente.
Pero si el queso es blando o semicurado, desecharlo es lo más seguro.
¿Puedo comer un queso si le quito el moho?
¿Funciona cortarlo?
Cortar la parte afectada puede ser útil solo en quesos duros y curados, donde el moho no penetra fácilmente. En ese caso, se recomienda eliminar al menos 2–3 cm alrededor y por debajo de la zona enmohecida.
Sin embargo, si el queso es blando, la contaminación puede extenderse por dentro, aunque no sea visible. En esos casos, cortarlo no garantiza seguridad.
¿En qué casos no se debe hacer?
Nunca intentes “salvar” quesos frescos, ricottas, requesones o cremas si presentan moho. Su contenido de agua facilita la proliferación de bacterias peligrosas.
Tampoco es recomendable cortar moho en quesos que hayan estado expuestos a altas temperaturas o envases dañados. El riesgo supera cualquier intento de recuperación.
Recomendaciones de seguridad
Siempre evalúa el tipo de queso antes de tomar una decisión. Los quesos curados o secos son más seguros si se cortan correctamente. Para los demás, es preferible no correr riesgos innecesarios.
Guarda los quesos en envases limpios, refrigerados y bien cerrados. Ante la duda, consulta a un profesional o directamente, descarta.

¿Qué hacer si accidentalmente comes queso con moho?
Respira. Si has comido un bocado de queso con moho por accidente, no entres en pánico: en la mayoría de los casos, no ocurre nada grave.
Presta atención a posibles síntomas como malestar digestivo, náuseas o fiebre. Si aparecen o tienes un sistema inmunológico comprometido, consulta con un médico.
Algunas personas han comido sin saberlo quesos contaminados sin consecuencias. Pero si el moho no era del tipo comestible, es mejor vigilar cómo te sientes en las siguientes 24-48 horas.
Preguntas frecuentes sobre el moho en quesos
¿Los quesos con moho son peligrosos para embarazadas?
Depende del tipo de queso. Los quesos con moho hechos con leche cruda, como el Roquefort, deben evitarse en el embarazo debido al riesgo de listeria. Sin embargo, si están pasteurizados, el riesgo disminuye.
¿Los niños pueden comer Brie o Roquefort?
En niños pequeños, se recomienda precaución. El Brie, si es pasteurizado, puede ser seguro a partir de cierta edad. El Roquefort, por su intensidad y fermentación, suele recomendarse solo a partir de los 5 años.
¿Qué diferencia hay entre queso enmohecido y mohoso por fermentación?
El moho por fermentación es intencionado y seguro: forma parte del proceso de elaboración. El enmohecido accidental es espontáneo, no controlado y puede implicar riesgos para la salud.
¿Puedo hacer un queso con moho en casa?
Sí, pero requiere condiciones específicas de higiene, temperatura y fermentos adecuados. No se recomienda improvisar sin experiencia, ya que se corre el riesgo de contaminación.