Quesos de Europa: tipos, usos y qué los hace especiales

Desde el suave Brie hasta el intenso Cabrales, los quesos europeos representan siglos de tradición transformados en sabor. No son solo ingredientes: son cultura, identidad y técnica refinada. Conocerlos es entender cómo cada región de Europa ha sabido convertir la leche en patrimonio gastronómico.
Quesos europeos por país y su función en la cocina
🇫🇷 Francia

🇫🇷 Brie (Francia)
De la región de Île-de-France, el Brie es un queso de pasta blanda hecho con leche de vaca y madurado con moho blanco comestible. Su sabor es suave y mantecoso, con un fondo a setas frescas. Fundido o en crudo, se adapta a tostas, tartas saladas y tablas de queso. Se elabora en moldes planos y su maduración ronda las 4 semanas.
Marida con: pan de centeno, nueces y vino blanco tipo Chardonnay.

🇫🇷 Roquefort (Francia)
Elaborado exclusivamente con leche de oveja y madurado en cuevas de Roquefort-sur-Soulzon, este queso azul es intenso, salino y con vetas de penicillium roqueforti. Funciona en salsas para carnes, sobre patatas asadas o acompañado de frutas dulces. Su fermentación natural le da ese sabor picante característico.
Marida con: higos frescos, nueces, vino dulce tipo Sauternes.
🇮🇹 Italia

🇮🇹 Parmigiano Reggiano
Conocido como “el rey de los quesos”, se elabora con leche cruda de vaca y madura más de 12 meses. Firme, granular y con notas de nuez, es ideal para rallar sobre pasta, risottos o comer en lascas. Su proceso incluye cuajado en calderas de cobre y prensado en moldes de gran formato.
Marida con: peras, miel, aceto balsámico y Lambrusco seco.

🇮🇹 Gorgonzola
Azul italiano de leche de vaca, semiblanda y cremosa. Tiene dos variantes: dulce y picante. Se funde bien en risottos, pastas o como base para salsas intensas. Su maduración con moho interno le otorga vetas verdes y un sabor terroso característico.
Marida con: polenta, peras o vino blanco aromático tipo Gewürztraminer.

🇮🇹 Mozzarella
Tradicionalmente hecha con leche de búfala, hoy también se elabora con leche de vaca. Es fresca, húmeda y elástica. Su textura la hace imprescindible en pizzas, ensaladas caprese y platos donde se busca un fundido suave. No se madura: se consume en fresco tras el hilado de la cuajada.
Marida con: tomates maduros, albahaca fresca y aceite de oliva virgen extra.
🇪🇸 España

🇪🇸 Manchego
Hecho con leche de oveja manchega, su corteza trenzada y sabor láctico lo hacen inconfundible. Puede ser semicurado o curado, y destaca por su textura firme y aromas a cereal seco. Ideal para comer solo, en tapas, o para rallar sobre platos calientes. Su maduración va de 2 a más de 12 meses.
Marida con: aceitunas, membrillo y vino tinto tempranillo.

🇪🇸 Cabrales
Queso azul de mezcla (vaca, oveja y cabra), madurado en cuevas de los Picos de Europa. Tiene un sabor muy potente, textura húmeda y desmenuzable, y aromas intensos. Perfecto para salsas, cremas o como toque en una tabla con algo dulce. Es totalmente artesanal.
Marida con: sidra asturiana, nueces o pan gallego.

🇪🇸 Queso gallego cremoso
Suave, fundente y con carácter láctico limpio. El queso gallego tipo país combina con platos que necesitan cremosidad sin saturar. Ideal para fondues modernas, gratinados o postres salados. Su textura permite una fusión homogénea y su sabor no interfiere con otros ingredientes.
Marida con: pan gallego tostado, Ribeiro blanco o pimientos asados.
🇨🇭 Suiza

🇨🇭 Emmental
Famoso por sus agujeros, el Emmental se elabora con leche de vaca y tiene una textura elástica y un sabor suave y ligeramente dulce. Funde perfectamente, lo que lo convierte en protagonista de fondues y gratinados. Su maduración suele durar de 2 a 6 meses, desarrollando más sabor con el tiempo.
Marida con: pan rústico, manzana fresca y vino blanco seco.

🇨🇭 Gruyère
Más denso y salino que el Emmental, el Gruyère es un queso suizo de leche de vaca que funde con suavidad y profundidad de sabor. Su textura compacta y sin ojos lo hace ideal para fondues tradicionales, croque monsieur o gratinados elegantes. Se madura entre 5 y 12 meses.
Marida con: vino blanco tipo Chasselas o cava brut.
🇳🇱 Países Bajos

🇳🇱 Gouda
Semicurado de leche de vaca, el Gouda tiene un sabor suave, ligeramente dulce y mantecoso. Varía desde joven y cremoso a envejecido y quebradizo. Muy versátil en cocina: se funde bien, se gratina o se usa en bocadillos. Se prensa y madura en cámaras de humedad controlada.
Marida con: mostaza antigua, pan negro o cerveza tipo dubbel.

🇳🇱 Edam
Reconocible por su característica cera roja, el Edam es un queso firme, bajo en grasa, y de sabor muy suave. Su textura limpia lo hace ideal para bocadillos, dados en ensaladas o fundido en platos ligeros. No suelta grasa al calentar y mantiene la estructura.
Marida con: manzanas verdes, frutos secos o vino blanco joven.
Conclusión: saber elegir el queso importa (y Europa tiene mucho que decir)
Explorar los quesos europeos es adentrarse en siglos de técnica, sabor y cultura. Cada país aporta su carácter: intensidad, suavidad, versatilidad o identidad gastronómica. Pero no se trata solo de probar, sino de saber cuándo y para qué usar cada uno.
Si buscas fundir, gratinar o sorprender en una tabla, hay un queso para cada propósito. Y sí, también puedes reinterpretarlos con productos locales de calidad, como un queso gallego cremoso bien trabajado. Porque no se trata solo de seguir recetas, sino de cocinar con criterio.
Europa tiene cientos de quesos. Elegir bien no es cuestión de modas, sino de entender qué función cumple en el plato. Si eso lo tienes claro, lo demás es puro disfrute.
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